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Eclesiastés 4:Versículo 8

SpaRV1865
8

Es el hombre solo, sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano, y nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se hartan de sus riquezas; ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y ocupación mala.

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Tú has puesto en mi corazón mayor alegría que cuando abunda trigo y vino.

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Eclesiastés 4:8 - Reina Valera 1865 | Sacrilo