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Empero a causa de los embajadores de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había sido en aquella tierra, Dios le dejó, para tentarle, para saber todo lo que estaba en su corazón.
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Sin embargo, cuando los príncipes de Babilonia enviaron embajadores para investigar la señal maravillosa ocurrida en el país, Dios le dejó de su mano para probarle y descubrir todo lo que tenía en su corazón.