SpaPlatense
2

Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores; como los ojos de la sierva en las manos de su señora, así nuestros ojos están fijos en Yahvé nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros.

Publicidad
Salmos 122:2 - Biblia Platense | Sacrilo